martes, 4 de diciembre de 2012

EL LIBRO DE GABRIEL, por Andrés Accorsi

Hace 21 años, dos amigos, dos grandes, dos ídolos que hoy ya no están, se juntaron para contar esta historia. Carlos Trillo y Carlos Meglia ya llevaban algunos años trabajando juntos, pero todavía no habían creado a Cybersix, la más famosa de sus colaboraciones. Entonces, con cada nueva idea que se les ocurría (y eran muchas) iban con pies de plomo, mansitos, de a pasos chiquitos. Esa fórmula, que les dio resultado con Irish Coffee (por ejemplo), con El Libro de Gabriel les salió mal. Tirar la cantidad de ideas que tira Trillo en sólo 44 páginas es poco menos que un disparate. Ahí hay conceptos y premisas para una serie larguísima, hasta para un comic mensual de Vertigo, de esos que duran sesentaipico de episodios. Y estas 44 páginas parecen eso: los dos primeros episodios de una serie larga, que nunca podremos leer.
El planteo es ganchero y atractivo, aunque no demasiado original, ya que historietas con ángeles y demonios en la Tierra ya leímos chotocientas cincuenta mil. Pero Trillo construye tres personajes muy sólidos y los envuelve en relaciones muy creíbles, demasiado humanas a pesar de sus orígenes celestiales. Ninguno pela grandes poderes, ni alas, ni espadas flamígeras. Esto es misterio sobrenatural muy, muy low-fi, muy por debajo del radar, a años luz de la grandilocuencia y la sensación épica que suelen tener ese tipo de historias. Hay un clima más bien intimista, con romance, pases de factura y alguna escena medio hot, todo muy tranqui, muy “puertas adentro”. Y una especie de misión a cumplir por parte de Gabriel, que no llega a cumplirse nunca. Y no mucho más. Cuando el argumento sortea sus primeros escollos, cuando los personajes terminan de conocerse y blanquear mínimamente cuáles van a ser los términos de su relación, se termina la historia. No de golpe, pero sí cuando quedaban miles de cosas por explorar, gracias a la enorme riqueza del planteo inicial y el muy buen desarrollo de Gabriel, Michelle y –en menor medida- Lázaro a lo largo de estas 44 páginas.
Si los logros de Trillo en materia de argumento y personajes te deja pidiendo más, lo que hace Meglia con el dibujo directamente te deja pelotudo. Lástima que el libro sea caro, si no habría que comprar dos ejemplares: uno para babear (y tirar) y el otro para guardar. Este es el Meglia pre-Cybersix, o sea, el que todavía no delegaba buena parte del trabajo en un equipo de asistentes, sino que se arremangaba y dibujaba casi todo él. Y además ya tenía bien definido su estilo: los fondos recontra-elaborados y recontra-repetidos (en puestas que asemejaban al comic a una obra de teatro), la exageración en los pelitos de los brazos, las onomatopeyas fuera de control, y sobre todo esa estética limpita y cercana al cartoon, que el genio usaba para contar historias sórdidas y perturbadoras. Dinámico, expresivo y sensual como pocos, el dibujo de Meglia brilla acá en todo su esplendor y es motivo de sobra para comprarse El Libro de Gabriel.
Pero hay más. Cuenta la leyenda que, poco antes de su muerte (sucedida en Agosto de 2008), Meglia se decidió a desempolvar esta historieta y colorearla con las tecnologías modernas. Se sospecha que llegó a colorear (junto a un equipo especializado) unas 10 ó 12 páginas. Para esta edición, Napoleones Sin Batallas (un sello que publicaba historieta por primera vez) apostó a la versión coloreada y le encargó a Carolina Azadte que completara el coloreado de las páginas restantes. El resultado es muy correcto. Los magníficos claroscuros de Meglia siguen ahí, perfectamente respetados, y a la vez la paleta cromática empleada le suma fuerza al dibujo y peso a los climas. Lo más difícil de resolver, que eran los flashbacks de las páginas 18 y 19, quedó alucinante. No sé si hacía falta el color para disfrutar de El Libro de Gabriel, pero puesto así, es un bonus muy bienvenido.
Con buenos diálogos, una dosis justa de acción, un toque de erotismo y una trama muy atractiva, Trillo y Meglia nos presentaron un concepto que daba para muchísimo más. Ojalá lo hubieran seguido a lo largo de varios álbumes más.

1 comentario:

  1. Me da la sensación de que no te gustó mucho, Diego. Yo desde que la leí (incompleta) pienso que es el guión en bruto de una futura película de Zemekis o de Nolan. Lo digo de verdad. Hollywood adapta cada porquería, que esta historieta en comparación, es un exito seguro. Me parece genial y bastante original, aunque seguro debe haber muchas historias parecidas que yo desconozco. El dibujo de Meglia nunca me gustó, aunque creo que encuentra luego su cauce con Cibersix. El libro... y Cibersix, fueron dos historietas que me sorprendieron en su momento; un momento en el que si vamos a decir la verdad, el resto no hacía nada que fuera realmente atractivo. De hecho, de los 90, casi lo único que recuerdo en materia de historias, son estas dos. Y pos supuesto, cuando Cibersix se lleva a la TV en Europa, yo también me sentí gratificado y hasta orgulloso por sus autores. Acabo de leer las frases pronunciadas por el Papa Francisco hace sólo un momento en la reunión mundial de jóvenes en Río de Janeiro, en donde dice "necesitamos más santos que tomen Coca Cola y escuchen Ipod (...) perop que no se pierdan en las cosas mundanas". Decime si no es casi el guión de El libro de Gabriel... Abrazo.

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