viernes, 30 de noviembre de 2012

TRILLO EN SKORPIO, por Juan Carlos Massa

Este es un índice de la obra de Carlos Trillo publicada en la revista Skorpio, de Ediciones Record. Se trata de la primera publicación de historietas realmente importante que publica con regularidad guiones de Trillo. El primer número de Skorpio data de Julio de 1974 y el último (N°235), de Enero de 1996. La revista cambió momentáneamente su denominación para llamarse "Skorpio gran color", o "Super Skorpio", pero se trata de la misma revista, por eso no damos cuenta de esos cambios. Este listado inclute también lo editado en los Libros de Oro de Skorpio, ya que estos incluían episodios de las series que habitualmente se editaban en la revista mensual.
Libro de Oro N°2 (1976): 10 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Osvaldo Pérez D´Elias.
N°28: 6 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°29: 8 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°30: 8 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°31: 8 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°32: 8 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°33: 6 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°34: 6 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
12 páginas de Nekrodamus, con dibujos de Horacio Lalia.
N°35: 10 páginas de Nekrodamus, con dibujos de Lalia.
5 páginas de Algo que Mira, con dibujos de Enrique Breccia.
N°36: 12 páginas de Nekrodamus, con dibujos de Lalia.
6 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
14 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
Libro de Oro 1977: 14 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°37: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°38: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°39: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°40: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
6 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°41: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°42: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°43: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°44: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°45: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°46: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°47: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
Libro de Oro 1978: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
8 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°48: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°49: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°50: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°51: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°52: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°53: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°54: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°55: 12 páginas de El Pequeño Rey, con dibujos de Ernesto García Seijas.
12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°56: 12 páginas de El Pequeño Rey, con dibujos de García Seijas.
12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°57: 12 páginas de El Pequeño Rey, con dibujos de García Seijas.
12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°58: 12 páginas de El Pequeño Rey, con dibujos de García Seijas.
12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
12 páginas de El Hombre de Azul, con dibujos de Alberto Breccia.
N°59: 12 páginas de El Pequeño Rey, con dibujos de García Seijas.
12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
Libro de Oro 1980: 8 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
16 páginas de Una Probabilidad en Mil, con dibujos de Lito Fernández.
N°60: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
6 páginas de La Verdadera Historia del Oeste, con dibujos de Ernesto Melo.
N°61: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°62: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
8 páginas de Detective´s Studio, con dibujos de Pérez D´Elias.
N°63: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°64: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°65: 12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°66: 12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°67: 12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°68: 12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
16 páginas de Foster de las Islas, con dibujos de Víctor Hugo Arias.
Libro de Oro 1981: 14 páginas de Foster de las Islas, con dibujos de Arias.
N°69: 12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°70: 12 páginas de El Peregrino de las Estrellas, con dibujos de E. Breccia.
N°71: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°72: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°73: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
12 páginas de Nekrodamus, con dibujos de Horacio Lalia.
N°74: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°75: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°76: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°77: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
Libro de Oro 1982: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°78: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°79: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°80: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°81: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°82: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°83: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°84: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
8 páginas de Lo que Pensó Rodriguito, con dibujos de Alberto Balbi y Oswal.
N°85: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
8 páginas de Alce Blanco, con dibujos de Arturo del Castillo.
N°86: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°87: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°88: 12 páginas de Viajero de Gris, con dibujos de A. Breccia.
N°89: 12 páginas de Viajero de Gris, con dibujos de A. Breccia.
N°90: 12 páginas de Viajero de Gris, con dibujos de A. Breccia.
N°91: 12 páginas de Viajero de Gris, con dibujos de A. Breccia.
N°92: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
12 páginas de Viajero de Gris, con dibujos de A. Breccia.
12 páginas de Una Mujer, un Sheriff, un Hombre, con dibujos de Balbi y Oswal.
N°93: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
14 páginas de Viajero de Gris, con dibujos de A. Breccia.
N°94: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°95: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°96: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°97: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°98: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
8 páginas de Cambiar de Vida, con dibujos de Balbi.
N°100: 7 páginas de Desfile Nocturno, con dibujos de A. Breccia.
N°103: 8 páginas de Pena de Muerte, con dibujos de Gustavo Trigo.
N°110: 14 páginas de Dos Enemigos, con dibujos de José Luis Salinas.
8 páginas de Un Pesado, con dibujos de Cacho Mandrafina.
N°111: 8 páginas de El Amo, con dibujos de Mandrafina.
N°112: 8 páginas de Grandote Sentimental, con dibujos de Mandrafina.
N°113: 12 páginas de Ejército de Locos, con dibujos de E. Breccia.
N°114: 12 páginas de Ser un Héroe, con dibujos de Salinas.
N°116: 14 páginas de New York Blues, con dibujos de Horacio Altuna.
N°120: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°121: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°122: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°123: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
8 páginas de Los Dos Deberes del Capitán Tiptree, con dibujos de Carlos Roume.
N°124: 12 páginas de Alvar Mayor, con dibujos de E. Breccia.
N°129: 8 páginas de La Ultima Guerra de Oso Azul, con dibujos de Balbi.
N°130: 24 páginas de El Buen Dios, con dibujos de E. Breccia.
24 páginas de Evelyn, con dibujos de Balbi.
N°131: 12 páginas de Extraño Acontecimiento en Colegio Inglés, con dibujos de García Seijas.
N°148: 8 páginas de Oro Blanco, con dibujos de E. Breccia.
N°149: 8 páginas de Oro Blanco, con dibujos de E. Breccia.
N°150: 8 páginas de Oro Blanco, con dibujos de E. Breccia.
N°151: 8 páginas de Oro Blanco, con dibujos de E. Breccia.
N°152: 8 páginas de Oro Blanco, con dibujos de E. Breccia.
N°153: 8 páginas de Oro Blanco, con dibujos de E. Breccia.
N°169 (1990): 7 páginas de Diario de un Náufrago, con dibujos de Carlos Meglia.

Aclaraciones:
Trillo firmó el unitario Una Probabilidad en Mil con el pseudónimo de "Alzer".
El episodio de New York Blues es parte de una serie de cuatro. Dos se publicaron en la revista Skorpio Extra y el restante en Skorpio Plus.

jueves, 29 de noviembre de 2012

PROBLEMAS DE IDENTIDAD, por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno

Algunas reflexiones sobre la historieta y el humor gráfico en la década del setenta

Sin plantearse una renovación de retóricas y códigos de probada eficacia, las publicaciones de la década del setenta, al menos, permitieron ciertas vueltas de tuerca y con ellas, aparejado, el acceso de creadores que se iniciaron compensando su juventud con talento y profesionalismo. Esta década, también, significa para los argentinos, su historieta y su humor gráfico, la recuperación de un esplendor perdido y, en consecuencia, el reconocimiento internacional. Nunca antes los cultores de estos géneros cosecharon tantos premios ni vieron, de tal manera, abrirse ante ellos las puertas de otros mercados. Esta situación que favoreció ingresos y narcisismos, no
obstante, inspira además del alborozo algunas reflexiones.
Es sabido que la gratificación económica es tan o más importante para los creadores como la admiración de sus trabajos. Como no estamos totalmente convencidos de la inmanencia de la obra de arte, pensamos que su lectura más enriquecedora y trascendente se ancla, ineludiblemente, en las circunstancias de su hacedor y establece así los vínculos entre aquella, este y la realidad recreada directa o simbólicamente. Por eso, en nuestra opinión, la repercusión obtenida por las historietas y el humor gráfico en nuestro país nos obliga, precisamente, a análisis cada vez más rigurosos. Por su masividad y la índole peculiar de sus recursos expresivos, estos géneros nos reclaman con insistencia lecturas que escarben la mera superficialidad de sus tramas y variaciones. Y entonces, con seguridad, la nominación de "marginales" con que fueron clasificados, perdería todo asidero como si en alguna oportunidad lo hubiera tenido. Al respecto, nos preguntamos cómo se puede rotular "marginal" una obra que se exhibe, cotidianamente, en infinitud de kioscos, reproducida con un tiraje vastísimo. En todo caso, conjeturemos, el asunto de la marginalidad tiene que ver con otra cuestión, la del prestigio de los géneros. Pero esta discusión, según pasan los años, también pierde su matiz polémico. Si el prestigio se relaciona, en cambio, con la mayor o menor celebración de los artistas, los historietistas y los humoristas gráficos vernáculos no pueden quejarse: no les faltaron ni exposiciones ni articulos elogiosos. Y si el prestigio se comprende, quizás, como las posibilidades de un arte para iluminar gozosamente al prójimo, los historietistas y los humoristas gráficos ya demostraron que no le adeudan demasiado a la literatura, la plástica y el cine.
En efecto, por estas razones sostenemos que si hay un derecho que nos concede el presente no nos cansaremos de repetirlo, es el de ejercer una lectura más atenta y pormenorizada de lo que pasó en esta última década, más allá y más acá de sus bombos y platillos. La cantidad de material rodado en este período supera las expectativas del lector más voraz. Obligatoriamente, un imaginario observador de estas manifestaciones, guiado por la cronología, se decidirá, para extraer ciertas conclusiones de la producción, a efectuar una distinción operativa entre la mal bautizada historieta "seria" y el humor gráfico, distinción que propone, por otra parte, el mismo mercado.
Si recurre a la sagacidad, ese imaginario observador advertirá, con algo de desilusión, que a pesar de la efusión de los galardones, las muestras y la dedicación de la prensa, no toda la historieta argentina es nacional, aunque sea concebida en la parte de adentro de nuestras fronteras. En Las Ciudades Invisibles, ltalo Calvino le hace decir a Marco Polo: "Nadie sabe mejor que yo, sabio Kublai, que no se debe confundir la ciudad con el discurso que la describe". Se desprende, a nuestro juicio, que una historieta nacional no es, casualmente, esa que apela a una profusa utilería de chiripás, boleadoras y pulperías en desuso. Pero tampoco es, como constatará nuestro imaginario observador, la tendencia dominante de la década, marcada por el western, la crónica bélica de la segunda contienda, la ciencia ficción apocalíptica.
Por otro lado, nuestro imaginario observador comprobará que en el humor gráfico no se repitió esta historia. Seguramente porque el humor gráfico, mucho más que la historieta de aventuras, legitima su validez sobre la más inmediata actualidad. Por eso fueron los humoristas gráficos quienes tuvieron la misión, nada liviana, de reflejar las peripeclas de sus receptores; misión que, cabe resaltarlo, acometieron con habilidad y agudeza, contribuyendo, de esta forma, con los historiadores venideros que algún dla quieran indagar sobre las alegrías y las tristezas de los argentinos de los años setenta.
Probablemente, al volver su mirada a las historietas, nuestro imaginario observador concluirá que el panorama no es tan sombrío, que hubo algunas honrosas excepciones. Probablemente también, coincidirá con nosotros si deduce que la identidad nacional de un arte puede no estar ligada a la procedencia de sus artistas. ¿Acaso uno de los más ilustres escritores ingleses, Joseph Conrad, no era polaco? Sin alarmarse ni cederle al pesimismo, nuestro imaginario observador reparará que, por suerte, en la última década unos contadísimos autores de historietas supieron transformar en virtudes y potencialidades las limitaciones de un mercado signado por diligencias, galeones, tanques y cohetes. Si nuestro imaginario observador, impulsado por un casi justificable chauvinismo, hubiera incurrido en una apreciación equivocada, detectando piezas nacionales donde no las hubo, igualmente no sería tan grave. Porque para consuelo y como ejemplo, todavía perdura con su vital humanismo la obra de Oesterheld escrita, en su mayor parte, en los años cincuenta y sesenta. Al reencontrarse con esos relatos, los historietistas y los lectores se reencontrarán, primordialmente, con ellos mismos. Y como si fuera escaso este mérito, esa obra les descubrirá, si son sutiles, las claves de la mejor historieta nacional. En sus secuencias están todas las recetas de la aventura; la más sabrosa y rendidora es de una obviedad escalofriante: que un hecho "maravilloso" tenga lugar en un marco enteramente cotidiano y verosímil. Si "lo esencial -como aseveraba Saint Exupery- es invisible a los ojos", por su obviedad, es factible que esta receta pase desapercibida. Su instrumentación, paradojalmente, no figura en ninguna normativa; es privilegio y don de unos pocos narradores de raza que, además, slempre saben ver en los hombres y su alrededor.

Publicado originalmente en el catálogo del Tercer Encuentro del Humor y la Historieta Nacional, Lobos, Abril de 1980.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

ENSUEÑO BANANERO, por Trillo y Fried

Hoy tenemos para compartir una breve pero hermosa historia corta realizada en 1989 por Carlos Trillo y Alejandro Fried. Se publicó en nuestro idioma una sóla vez, en el Nº 62 de la Fierro clásica, en Septiembre de 1989, cuando Trillo ya llevaba varios años alejado de la revista y de Ediciones de la Urraca en general.






viernes, 23 de noviembre de 2012

TRILLO EN SUPERHUM®, por Juan Carlos Massa

SuperHum®, de Ediciones de la Urraca, es una revista muy importante en la trayectoria de Trillo, porque tuvo a su cargo la dirección de la misma durante buena parte de los tres primeros años de la publicación.
Además de varios artículos, Trillo publicó una gran cantidad de historietas, que se detallan a continuación.

Nº 1 (Jul.Ago 1980): 6 páginas de Bosquivia, junto a Guillermo Saccomanno y dibujos de Tabaré.
14 páginas de Charlie Moon, con dibujos de Horacio Altuna.
8 páginas de Los Enigmas del PAMI, con dibujos de
Enrique Breccia.
6 páginas de Los Héroes Están Cansados, con dibujos de Cacho Mandrafina.
Nº 2: 3 páginas de Versus, con dibujos de Altuna.
3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
7 páginas de El Circo, con dibujos de Sanyú.
7 páginas de Un Tal Daneri, con dibujos de Alberto Breccia.
8 páginas de Los Enigmas del PAMI, con dibujos de E. Breccia.
6 páginas de Procesamiento, con dibujos de Mandrafina.
Nº 3: 4 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
8 páginas de Charlie Moon, con dibujos de Altuna.
8 páginas de Los Enigmas del PAMI, con dibujos de E. Breccia.
Nº 4: 4 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
3 páginas de La Muralla, con dibujos de Mandrafina.
3 páginas de La Bella Durmiente, con dibujos de A. Breccia.
5 páginas de El Circo, con dibujos de Sanyú.
14 páginas de Charlie Moon, con dibujos de Altuna.
Nº5: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
8 páginas de Charlie Moon, con dibujos de Altuna.
6 páginas de Los Viajes de Marco Mono, con dibujos de E. Breccia.
6 páginas de El Contorsionista, con dibujos de Mandrafina.
Nº6: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
5 páginas de Charlie Moon, con dibujos de Altuna.
6 páginas de Los Enigmas del PAMI, con dibujos de E. Breccia.
6 páginas de Fernández: Vida, pasión y Muerte, con dibujos de Mandrafina.
Nº7: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
9 páginas de Merdichesky, con dibujos de Altuna.
10 páginas de Blas Milmuertes, con dibujos de E. Breccia.
6 páginas de Patota, con dibujos de Mandrafina.
Nº8: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
9 páginas de Merdichesky, con dibujos de Altuna.
6 páginas de Los Enigmas del PAMI, con dibujos de E. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
8 páginas de Polución Nocturna, con dibujos de Alberto Dose.
Nº9: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
9 páginas de Merdichesky, con dibujos de Altuna.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
8 páginas de Polución Nocturna, con dibujos de Dose.
Nº10: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré.
5 páginas de Merdichesky, con dibujos de Altuna.
8 páginas de Polución Nocturna, con dibujos de Dose.
6 tiras de El Corazón de Conchetta, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Gustavo Trigo.
Nº11: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Tabaré y Fortín.
20 páginas de Los Misterios de Ulises Boedo, con dibujos de Mandrafina.
5 páginas de Merdichesky, con dibujos de Altuna.
6 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
8 páginas de Polución Nocturna, con dibujos de Dose.
5 tiras de Muestra Gratis, junto a Daniel Reynoso, con dibujos de Ceo.
6 páginas de Medias Tintas, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Berto.
Nº12: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
9 páginas de Merdichesky, con dibujos de Altuna.
7 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
8 páginas de Los Misterios de Ulises Boedo, con dibujos de Mandrafina.
8 páginas de El Planeta del Exilio, con dibujos de Dose.
Nº13: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
7 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Los Misterios de Ulises Boedo, con dibujos de Mandrafina.
5 páginas de Mimí Pinfloi, con dibujos de Sanyú.
3 tiras de Muestra Gratis, junto a D. Reynoso, con dibujos de Ceo.
Nº14: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
7 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
7 páginas de Los Misterios de Ulises Boedo, con dibujos de Mandrafina.
10 páginas de Toh-Or, con dibujos de Dose.
Nº15: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
7 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
4 páginas de Los Misterios de Ulises Boedo, con dibujos de Mandrafina.
10 páginas de Toh-Or, con dibujos de Dose.
Nº16: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
8 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
12 páginas de Los Misterios de Ulises Boedo, con dibujos de Mandrafina.
5 páginas de Mimí Pinfloi, con dibujos de Sanyú.
4 páginas de Crónicas Más o Menos Veraces, con dibujos de Gianni Dalfiume.
6 páginas de La Guerra de Arriba Abajo, con dibujos de Lito Fernández.
Nº17: 5 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
7 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
8 páginas de Toh-Or, con dibujos de Dose.
4 páginas de Crónicas Más o Menos Veraces, con dibujos de Dalfiume.
6 páginas de La Guerra de Arriba Abajo, con dibujos de Fernández.
Nº18: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
8 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
10 páginas de El Ultimo Recreo, con dibujos de Altuna.
1 tira de El Descubrimiento de un Nuevo Mundo, con dibujos de Dose.
6 páginas de La Guerra de Arriba Abajo, con dibujos de Fernández.
Nº19: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
8 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
8 páginas de El Ultimo Recreo, con dibujos de Altuna.
4 páginas de Crónicas Más o Menos Veraces, con dibujos de Dalfiume.
6 páginas de El Secuestro de la Srta. Margó, con dibujos de Fernández.
Nº20: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
8 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
8 páginas de El Ultimo Recreo, con dibujos de Altuna.
6 páginas de Punk Floyd, con dibujos de Fernández.
2 páginas de Verdulero: un Trabajo Insalubre, con dibujos de Pablo Colazo.
Nº21: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
7 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
8 páginas de Loco Jones, Después, con dibujos de Fernández.
1 página de El Ultimo Payaso, con dibujos de Dose.
1 tira de Llamado de Amor Indio, con dibujos de Mandrafina.
1 tira de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
Nº22: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
8 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
4 páginas de Nuestro Hombre en Banana, junto a Martín Mazzei, con dibujos de Félix Saborido.
1 página Sin Título, con dibujos de Dose.
1 página de El Payasito, con dibujos de Sanyú.
5 páginas de La Máquina Duplicadora del Tío Federico, con dibujos de Fernández.
1 tira de El Hombre del Impermeable, con dibujos de Mandrafina.
1 tira de Tirá la Tira, con dibujos de Fortín.
1 tira de Solamente A Veces, con dibujos de Dose.
Nº23: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
8 páginas de Buscavidas, con dibujos de A. Breccia.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
4 páginas de Nuestro Hombre en Banana, junto a M. Mazzei, con dibujos de Saborido.
1 página de El Payasito, con dibujos de Sanyú.
2 páginas de Cosas del Tombo, con dibujos de Oscar Garibaldi.
1 tira de Una Sorpresa, con dibujos de Mandrafina.
Nº24: 6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
4 páginas de Nuestro Hombre en Banana, junto a M. Mazzei, con dibujos de Saborido.
1 tira Sin Título, con dibujos de Mandrafina.
Nº25: 3 páginas de Bosquivia, junto a G. Saccomanno, con dibujos de Fortín.
6 páginas de Historias Mudas, con dibujos de Mandrafina.
4 páginas de Nuestro Hombre en Banana, junto a M. Mazzei, con dibujos de Saborido.
Nº27 (Mayo 1983): 5 páginas de El Sigiloso Tony, con dibujos de Fernández.

Algunas aclaraciones:
- Hay un episodio más de Buscavidas (el 14) que se publico recién en 2006, en el libro Breccia Negro Versión 2.0.
- El Ultimo Recreo quedó trunca en SuperHum®, pero los episodios restantes se publicaron en Fierro.
- Hay un episodio más de Los Enigmas del PAMI, escrito por Enrique Breccia. Trillo dijo que no forma parte la serie, pero en SuperHum® se publicó como si fuera parte de la misma, en el Nº4.
- Merdichesky reapareció en un episodio unitario, publicado en Fierro Extra Nº 2.
- El episodio de Un tal Daneri no era inédito, sino una reedición.
- En SuperHum® apareció un sólo capítulo de Marco Mono, el undécimo y último. Los primeros cuatro aparecieron en El Péndulo y del quinto al décimo en Hurra.

jueves, 22 de noviembre de 2012

UN VERANO DIFERENTE, por Trillo, Saccomanno y Männken

Segunda parte de esta historieta escrita en 1988 por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno, dibujada por Männken (Víctor Braxator)y publicada en 1994 en el Fantasía Súper Anual Nº 44.







miércoles, 21 de noviembre de 2012

UN VERANO DIFERENTE, por Trillo, Saccomanno y Männken

Esta historieta unitaria fue realizada en 1988 por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno (guión) y Männken (dibujos). Estuvo varios años inédita en nuestro idioma, hasta que se publicó en el Fantasía Súper Anual Nº 44, de Mayo de 1994.
Mañana, la segunda parte.



martes, 20 de noviembre de 2012

"LA HISTORIETA NO MATA A NADIE", por Sergio Dima

-¿Qué sucede con los noventa?

-Algo tendrá que pasar. Claro, están ocurriendo cosas enormes: El muro de Berlín no es moco, lo de la Unión Soviética, desaparecen países...Se están generando cosas más grandes que en el sesenta todavía. En ese entonces cambiaron sólo las costumbres, pero ahora están variando aspectos estructurales que sacuden al mundo. No sé... un día abrís el diario, y te encontrás con que Ucrania se convirtió en la tercera potencia nuclear del mundo. ¿Y quiénes son los ucranianos, de dónde salieron? Es grave. El SIDA por ejemplo, es una enfermedad que nos puede matar a todos. Estamos en un momento, que desde el lugar que ocupamos no parece tan importante, porque nos vemos aparentemente encolumnados en el bando que sigue vivo. ¿Pero si del otro lado se producen tantas transformaciones, seguirá mucho como hasta ahora? Hay que esperar.

-¿Cómo influyen estos cambios en su trabajo?

-No sé si uno se da mucha cuenta de estas cosas que te van modificando. Me acuerdo en el ochenta un grupo de argentinos fuimos a un festival de comics en Italia, en un lugar llamado Lucca. Ahí hay un crítico muy importante, Oreste Del Buono, con quien una noche tuvimos una larga charla. El decía: “Ustedes que están viviendo en países sometidos a las más crueles dictaduras, tienen una cosa que los europeos hemos perdido, la capacidad de metáfora”. Se refería tambien a la literatura. Si uno al pan lo tiene que nombrar de otra manera y al vino también, es probable que se convierta en un poeta. Ahora, si al pan le puedo decir pan, al vino vino y a la caca caca, lo más seguro es que al referirme a todas las cosas por su nombre sea menos interesante. Del Buono era un intachable hombre de izquierda, había militado en el Partido Comunista Italiano: o sea que no se lo podía acusar de pensador fascista. El sostenía que los regímenes opresores estimulaban la imaginación. Mirándolo a la distancia, me da la impresión de que uno era mucho más creativo en esa época en la que trabajábamos con la metáfora. Es cierto que cuando uno puede decir las cosas como quiere, se pierde eso. Por suerte ganás otras: la libertad y ojalá el humor siga decayendo por falta de mérito.

-¿La historieta puede convivir con la literatura, o inconcientemente la está matando?

-Me parece que la historieta no mata a nadie. Es como decir que el cine terminó con el teatro o la televisión con el cine. ¿Mata?. Le hace ocupar otro espacio. Ahora el asunto es: la literatura por ahí se lee menos porque los medios audiovisuales son más poderosos. En el siglo XIX llegabas a tu casa y ojeabas el diario, no se podía ver televisión. Va cambiando la manera en como mirás las cosas. Vos pensá en las novelas de terror del siglo pasado. El que hoy lee a Edgar Allan Poe no se asusta mucho, y era un escritor de gran terror. Vos imaginate en el año mil ochocientos y pico, Poe a la noche, a la luz de una vela. Seguro que debe haber dado más miedo que ahora con spots.
Así como va cambiando la manera de vivir, también lo hace la escritura. ¿Curioso, no?. Cambios no desde la literatura o el cine mismo, sino desde la sociedad.. La luz eléctrica es un descubrimiento monstruoso, y estoy convencido de que la gente empezó a leer y a escribir de otra manera. Podía ver mejor. ¿Cómo te vas a asustar de los fantasmas si tenés la habitación toda iluminada?. La pelea entre la literatura y la historieta no creo que exista.
Las historietas nacieron como una necesidad de la prensa, no para competir. Las primeras salieron en los diarios norteamericanos y tenían que ver con una cuestión industrial. Hasta la creación de la rotativa a fines del siglo, la cual permitía escupir quinientos mil ejemplares en dos horas, los diarios se dirigían sólo a los que sabían leer. Entonces en un país lleno de imnigrantes polacos, holandeses y gente que apenas hablaba inglés, apelaron a eso que hoy conocemos como "prensa amarilla".
El género revista de historieta tarda en aparecer. Años. Hasta que se dan cuenta que se pueden hacer solas, sin necesidad de los diarios. La historieta siempre termina ocupando un lugar postergado. Por lo general se ubica en la zona donde estin los horóscopos, las recetas de cocina. Eso seguramente fue porque no nació como un género indepediente. Fijate que aparece casi al mismo tiempo que el cine. Sin embargo una película... en tanto necesita actores, filmadores, directores, proyectores, salas oscurecidas y qué sé yo, se convierte en una industria muy grande. La historieta no, porque nace como algo subsidiario que viene a la cola de los diarios. No es un género menor, es una actividad dependiente. No me parece que por leerlas, nadie deje de frecuentar libros.

-¿Alguna vez escribió borracho o drogado?

-No, lo siento. A lo mejor con un par de whiskys de más, pero nunca fuera de mis cabales. Tendría que haber hecho la prueba. Yo estoy conforme con mi método de laburo. No me parece que tenga que apelar a ningún artificio, pero seguramente porque no estoy buscando algo excesivo. Creo que aquel que necesita fuertes estímulos es porque tiene una poderosa cosa interna para decir... lo siento.

lunes, 19 de noviembre de 2012

"LA HISTORIETA NO MATA A NADIE", por Sergio Dima

Primera parte de una entrevista realizada a fines de 1991 para una publicación zonal del Gran Buenos Aires.

La entrevista fue el pasado sábado 7 de diciembre en su casa de Olivos, al mediodía. "Almorzamos tarde", explicaba Carlos Trillo en el momento de coordinar el horario del reportaje. Es hincha de River, "peronista desorientado" y está en contra de los superhéroes. En el año 1978 ganó el premio al mejor guionista de historietas en la Bienal de Lucca, Italia, premio que comparte un lugar en la biblioteca, con los únicos dos o tres libros especializados en historietas que tiene a la vista.
Trillo vive a una cuadra de la quinta presidencial. Una vez reunidos en la cocina, el director de la revista "Puertitas" puso a calentar café, buscó los anteojos que usa siernpre y mordiéndose las uñas -no por nervios preguntó: "¿Empezamos?"

-¿Sigue siendo peronista?

-¿Existe todavia? Yo estoy bastante desorientado, no sé qué soy ahora. En todo caso creo que no lo hubiese votado a (Eduardo) Duhalde. No lo hice en las últimas elecciones porque estaba de viaje. Mucho no me gusta lo que pasa y no sé muy bien qué ocurrió con el peronismo. Hay un momento en el cual me perdí. No tengo muy en claro a quién habría votado, pero sospecho que tampoco a los radicales.
Hay dos grandes partidos que alternativamente ocupan el poder y todo eso. Si a vos no te gusta ninguno, de alguna manera lo que hacés es un voto que no sirve de gran cosa, pero que tranquihza tu conciencia. Este es un proyecto al que uno no le ve el final. ¿Es esto lo único que se puede hacer? Eso es lo que me pregunto siempre sin tener respuesta.

-¿En este momento está militando o participa de manera activa?

-No, yo hace muchos años que no tengo nada que ver. He sido votante del partido, pero nunca he tenido cargos o aspiraciones políticas. Me dediqué a escribir historietas.

-¿Y la campaña que diseñó para el doctor Antonio Cafiero en el año 1987?

-Eso sí, pero es una manera de militar si lo hacés gratis, es una forma de trabajo profesional si cobrás. De todos modos ahí hay un matiz: vos podés hacer una campaña de cigarrillos sabiendo que hace mal y sin embargo te ganás la vida publicitando esas cosas. Eso tiene que ver con todos unos vericuetos éticos complicados. Yo hice la campaña de Cafiero y además voté por él. No podría trabajar en una campaña política con un candidato que no me gustara. Me parece que no me daría el estómago. No habría participado en la de Duhalde, sospecho.

"El Loco Chavez"
-¿Hasta que punto pudo notar que la gente entendió al "Loco Chavez" como una manera más de protestar contra la dictadura?

-En esos años lo que pasaba es que uno escribía entre líneas intentando que lo entendieran con las sugerencias más o menos vagas que uno hacía y no se podían decir. Pero a veces el público interpretaba cossa que no se nos habían pasado por la cabeza. Yo me acuerdo de un caso muy típico de ese período, cuando fue la Guerra de Malvinas. El dibujante (Horacio Altuna) viajaba a Barcelona y lo hizo dos días después de que estallara el conflicto. Habíamos dejado preparada una historia de tres meses. Era una serie en la que trabájamos con el más absoluto desconocimiento de lo que estaba por ocurrir. Se trataba de un tipo que se quería apropiar de los departamentos de dos viejitos. Además tenía un apellido como... "Samson". En el edificio habia un portero que junto con él, intentaba boicotear las cañerías y cosas así para que los viejos se fueran. Como Malone vivía allí, el Loco se metió y deschavaron el malo. Eso pasó durante tres meses: o sea que empezó con la guerra y terminó un mes después. iLa cantidad de interpretaciones de que era una alusión al imperialismo inglés que trataba de apoderarse de qué sé yo, fueron innumerables! Realmente era casual que nosotros estuviésemos trabajando en eso. La gente quería leer deteminadas cosas, y si no se las decías, igual las ponía ahi.
"El Loco Chavez" no ocupó un lugar necesariamente crítico. Se publicaba en un diario Clarín , que en todo caso estaba en contra de la política económica de los militares, con lo cual nosotros no podíamos decir más que "las mandarinas están caras". En un tiempo de gran represión en la comunicación parece que eso sonaba como una bomba. Ninguno de los que hacíamos esa página estaba en una tarea ideológica ni nada de eso. Simplemente no nos agradaba la dictadura, pero en general como casi todo el mundo tendíamos a callarnos la boca.

-Al notar ese papel crítico que el lector le daba a la tira, ¿se intentó un cambio?

-La historia fue cambiando porque nosotros también lo hacíamos. Nunca se tiene muy en cuenta lo que va a opinar el público. Uno lo hace y después recibe palos o aplausos. Eso por ahí te modifica¬... qué sé yo. El hecho de que Altuna dlujara muy lindas chicas y la gente las recibiera con entusiasmo, seguramente hacía que se agregaran más. Nunca pudimos superar la acusación de machistas, que todavía sigue con "El Negro Blanco": un machista redomado, no?. Si a uno esa crítica lo impactara, trataría de no repetirlo. Pero en definitiva no estamos en un lugar que vaya a influir a nadie. Es bastante inofensivo lo que hacemos.

-¿Les costó abandonar al Loco Chávez?

-No, era un inferno. Al final, con el dibujante a diez mil kilómetros era complicado de hacer. Además estaba saliendo mal. No llegábamos a tiempo con las tiras, repetíamos historias anteriores. Era difícil. No tenía actualidad y la serie perdía un costado que siempre había estado.
Ahora ... creo que toda esa pági¬na del Clarín tuvo como un aura de cosa crítica en los años de la dictadura, porque hacer humor era complicado en esa época. El humor nunca es oficialista, si no es aburrido. Decir qué lindo es (Carlos) Menem, no le divierte a nadie. No lo digo por él solamente. Lo más gracioso es ridiculizar a alguien, y el hecho de hacerlo con un dictador te ubica en un lugar peligroso. Aunque en realidad tu crítica y el sitio donde pongas el sentido del ridículo sea poco significativo.

El presente de las historietas
-¿Se está regresando a los relatos clásicos?

-Sí, es cierto eso. Hay como un período de quietud en el comic, y en el humor también. Hay momentos en los que explota todo. Yo me acuerdo del sesenta, en todo caso. A fines de la década aparecieron un montón de cosas: "las utopías se tienen que hacer realidad", dijeron un día, y armaron los despelotes de París, le tiraron huevos a los que iban de smoking a la Scala de Milán y de alguna manera cambiaron las costumbres. La gente empezó a coger, no? Parecía como que la libertad se imponía. Eso también se llevó a la historieta y el humor. Junto con la renovación de hábitos importantes, las costumbres variaron en los sesenta. Después de una cristalización duradera, de pronto aparecían los Beatles, las minifaldas, el desprejuicio y la posibilidad de poder ir al palacio de Buckingham en camiseta. Se demolían viejos tabúes y el humor también lo hizo. Hasta ese momento había estado reprimido y de repete pudo hablar de cosas diferentes. Pero toda revolución termina sentándose, institucionalizándose y muriendo: porque algo nuevo tiene que venir después.
En los ochenta no se produjo ninguna cosa importante o conmovedora como había ocurrido diez años antes. En la música debe pasar lo mismo, donde incluso se mira hacia atrás. Yo me doy cuenta con mis hijos que están escuchando las mismas cosas que yo en aquel entonces. 0 sea que hay un momento en el que no se encuentran nuevos elementos y descubren que en los clásicos están las posibles nutrientes de las novedades que vendrán... andá a saber. ¿Qué fue lo más importante que pasó con la música en los ochenta? Después de los Rolling Stones o los Beatles, y todo lo que surgió en el setenta, me parece que nada. Con la historieta ocurrió algo similar.
(mañana, la segunda parte)

domingo, 18 de noviembre de 2012

ESPEJISMOS SUTILES, por Trillo y Zaffino

Segunda parte de esta historieta realizada por Carlos Trillo y Jorge Zaffino para el semanario italiano Skorpio, que la publicó en su Nº3 (Año XXIV), el 27 de Enero de 2000, con el título de "Miraggi Sottili."
Muchas gracias a los amigos de BladeScans por los escaneos y a Juan (Grupo Woodiana) por la traducción.



sábado, 17 de noviembre de 2012

ESPEJISMOS SUTILES, por Trillo y Zaffino

Además de su recordada colaboración en la serie (Looking for) Hoover, Carlos Trillo y el gran Jorge Zaffino (1960–2002) colaboraron en algunas historias unitarias, inéditas en castellano, en las que el dibujo evidencia poca participación del dibujante y mucha de sus asistentes.
Hoy rescatamos esta, publicada con el título de "Miraggi Sottili" en el semanario Skorpio Nº3 (Año XXIV), el 27 de enero de 2000.
Muchas gracias a los amigos de BladeScans por los escaneos y a Juan (Grupo Woodiana) por la traducción.
Mañana, la segunda parte.




viernes, 16 de noviembre de 2012

BOLITA, por Laura Vazquez Hutnik

Casi un juego de palabras, «Trillo/Risso», «Risso/Trillo»: una dupla destinada a «llevarse bien» por prepotencia de sonoridad. Casi la misma cantidad de letras, idénticas proporción y simetría. Porque el nombre no es poco, ya se sabe, y ellos se plantaron así de entrada: como un sello o signatura. La firma quedaría bárbara en un estudio de abogados o en la marquesina de un teatro porteño. Y aún mejor en la portada de una serie de historietas. Claro que esto lo pensaron ellos antes que yo. Los evoco en un café imaginario a medio camino entre Olivos y Rosario, hacia finales de los ochenta, firmando un convenio societal: uno se compromete a dibujar como si estuviera escribiendo; el otro, a escribir con imágenes.
La situación es ficticia pero no imposible. Ahí están Fulú, Video Noir, Simón, Boy Vampiro, Borderline y, mi favorita, Chicanos. Y ahora la serie Bolita, desde las páginas de la Fierro. Trillo tiene eso también. Sabe elegir buenos nombres. No sé si sus guiones son los mejores, pero estoy casi segura de que son perfectos. Estoy pensando en el tipo de autor que tiene la capacidad de relatar su propia incomodidad. Ninguna idea cede lugar fácilmente. Y te tira así, directo y sin rodeos, la palabra a secas: Bolita. Es como si se arriesgara a coincidir con lo que aborrece. O, mejor aún, es como un lector que subraya el lenguaje.
El guionista se excede (y retrocede) y, aunque parezca lo contrario, nunca se le va la mano. Es así como puede componer, dentro de los límites de la venganza de clase (la chica por hora y la mujer de country), algo más que la historia de la bella pobre o de la mucamita que da el mal paso. Echando mano de arquetipos propios tanto de los culebrones sentimentales (del tipo Estrellita mía) como del cine «progre» y de denuncia (Cama adentro), observador sagaz de lo ordinario, vuelve a apostarle al cuento de la Cenicienta. Pero al revés. La «bolita» no viaja en carroza, sino en el 132. La piba del interior lee, coge, tiene causas, calle. Nada más lejano que la insípida blonda de cuento de hadas. Es una historia que maltrata el clisé pero que, sin él, no se sostiene. Los personajes de Trillo parecen decir que actúan de tal manera porque «todo el mundo actúa así», pero sus impulsos y acciones son aquello de lo que tienen que convencernos. Y casi siempre pueden.
Risso utiliza jerarquías de valores dentro de la superficie de cada cuadro. Representa el movimiento en el espacio con encuadres que nos permiten desarrollar distintas posibilidades narrativas. Nos invita a recorrer la página a nuestro antojo, aunque sabemos, al final, que es él quien ha decidido el ordenamiento. La libertad de ir y venir a gusto, de saltar de un cuadro a otro sin la culpa del lector aplicado, esa tentación de movernos con autonomía es pura figuración y simulacro. No se nos engaña, pero casi. Es como en esas series de finales ramificados, del tipo «Elige tu propia aventura», donde nuestras decisiones parecían relevantes y afectaban el desarrollo de la historia.
Esto es lo que pensábamos de pibes, y antes de saber algo sobre la ficción hipertextual. Las historietas de Trillo y Risso se parecen bastante en su dinámica a esas tramas multidireccionales y flexibles. Están hechas para lectores que evitan las verdades y certezas y prefieren quedarse ahí, entre el blanco y negro del dibujante, que nunca es uno sin el otro. Atrás quedan las historias con argumentos clásicos que ordenan la trama en conflicto, resolución y desenlace. Trillo sabe bien que a este lector le interesa más cómo se cuenta que lo que se cuenta. Y, así, despliega una suerte de (con)fusión entre estilo y contenido. Perfecto para Risso, anillo al dedo.
En las historietas de esta dupla no importa la parte ni el todo, porque el todo es distinto cada vez. «Vemos» movimiento donde no lo hay. Las escenas ociosas son inexistentes: allí donde el café humea y el tipo duerme en la litera transcurre el relato. Las gambas aristócratas y torneadas de la Señora y el culo redondo y fácil de Rosmery seducen desde las primeras páginas. La caca del perro, recogida con bolsita, todavía humeante: asquerosa. Un entorno que se advierte inmoral desde el comienzo.
Si hay algo inasible en este relato es la sospecha, y su tiempo es el de la conjetura. La condición opresiva de la atmósfera cede paso al movimiento neurótico de las imágenes, y al final sabemos que —todavía— no nos contaron nada. De antemano lo intuimos. Los personajes son reales y cualquier semejanza con personas imaginarias es pura casualidad. Los mellizos que duermen en la misma cama, Mengele, la mafia peruana, la «bolita» espía y culta. El trazo cinematográfico de Risso. Acomoden butacas. Estamos frente a la pantalla de la página.

Publicado originalmente en el libro Fuera de Cuadro (Agua Negra, 2012).

jueves, 15 de noviembre de 2012

TRILLO EN LA NUEVA FIERRO!

Una vez más, el nuevo número de Fierro (el 73) nos sorprende con una historieta de Carlos Trillo que hasta ahora permanecía inédita. Se trata de Sus Ojos Color de Cielo, una historia autoconclusiva de 12 páginas con dibujos de Félix Saborido.
Ojalá el maestro Saborido siga desempolvando más material realizado en equipo con nuestro guionista favorito, del que nunca vio la luz en nuestro idioma.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

EXTRAÑO ACONTECIMIENTO EN COLEGIO INGLÉS, por Trillo y García Seijas

Segunda parte de esta historieta realizada en 1979 por Carlos Trillo y Ernesto García Seijas y dada a conocer en nuestro idioma en el Nº 131 de Skorpio (Ene.1987).



martes, 13 de noviembre de 2012

EXTRAÑO ACONTECIMIENTO EN COLEGIO INGLÉS, por Trillo y García Seijas

Esta historieta fue realizada en 1979 por Carlos Trillo y Ernesto García Seijas. Por algún motivo que desconocemos, permaneció inédita hasta Enero de 1987, cuando fue publicada en el Nº 131 de Skorpio.
Mañana, la segunda parte.




miércoles, 7 de noviembre de 2012

TRILLO EN NIPPUR MAGNUM por Juan Carlos Massa y Andrés Accorsi

En los años 1993 y 1994, las revistas de Columba cambian radicalmente su política y comienzan a incluir mucho material realizado para las antologías populares italianas por autores argentinos de los que habitualmente no trabajaban para la editorial de la palomita.
Así empiezan a aparecer varias series y unitarios de Carlos Trillo, en su mayoría junto a dibujantes de larga trayectoria en las revistas de Columba. Incluso llegan a publicar trabajos que ya habían aparecido pocos años antes en las páginas de Puertitas.
Este es un índice de la obra de Carlos Trillo publicada en la revista Nippur Magnum. La publicación era quincenal, pero con dos numeraciones paralelas: la “normal” y la “Todo Color”. Las series continuaban también en los Anuales (que en realidad eran semestrales), así que también están incluídos.

Nippur Magnum Todo Color N°78 (Sep.1993): 12 páginas de Tiempos Duros, con dibujos de Horacio Domíngues.
Nippur Magnum TC N°81: 12 páginas de N.N., con dibujos de Eduardo Risso.
Nippur Magnum N°112: 13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum TC N°82: 13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum N°113: 11 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum TC N°83: 12 páginas de Doppelkiller, con dibujos de Enio Leguizamón.
13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum N°114: 12 páginas de Doppelkiller, con dibujos de Enio.
11 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum TC N°84: 12 páginas de Doppelkiller, con dibujos de Enio
13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum N°115: 12 páginas de Doppelkiller, con dibujos de Enio.
13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum TC N°85: 12 páginas de Doppelkiller, con dibujos de Enio
13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum Super Anual N°39: 16 páginas de Marvin de Chicago, con dibujos de Roque Vitacca.
13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum TC N°86: 14 páginas de Marvin de Chicago, con dibujos de Vitacca.
11 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum N°116: 12 páginas de Marvin de Chicago, con dibujos de Vitacca.
9 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum TC N°87: 14 páginas de Marvin de Chicago, con dibujos de Vitacca.
13 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum N°117: 16 páginas de Marvin de Chicago, con dibujos de Vitacca.
12 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum TC N°88: 13 páginas de Marvin de Chicago, con dibujos de Vitacca.
10 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum Super Anual N°40: 10 páginas de N.N., con dibujos de Risso.
Nippur Magnum N°120 (Sep.1994): 14 páginas de N.N., con dibujos de Risso.

N.N. es el título con el que Columba rebautizó a Yo, Vampiro. Publicaron sólo 17 episiodios, cuando en realidad la serie contó con 39. La publicación es pésima y llena de censuras. Como si esto fuera poco, el último episodio, el 17, tiene la primera mitad de las páginas del episodio 17 y en la segunda mitad están mechadas las últimas 6 páginas del capítulo 24, en un intento impresentable por darle una especie de final a la serie.
El unitario Tiempos Duros lo vimos en el blog el 26 de Agosto.

martes, 6 de noviembre de 2012

EL ETERNAUTA, LA HISTORIA INTERMINABLE, por Carlos Trillo

Leí El Eternauta desde el primer número de Hora Cero Semanal, en aquella primavera del ´57.
Tuve ese privilegio: ser un pibe lector que se apasionaba por algunas historietas. Porque había historietas buenas y malas, para mí. Las del Intervalo y El Tony eran malas. Las del Bucaneros y el Pimpinela eran malas. Las de Misterix, Frontera, Rayo Rojo, Hora Cero, esas eran las buenas.
Casualmente, ei guionista y el dibujante de El Eternauta habían desarrollado o estaban desarrollando en esas revistas una parte importante de sus obras. Bueno, la cosa no era casual. Había una manera de contar que ellos estaban descubriendo, desarrollando, perfeccionando.
Solano venia de Uma Uma y de Bull Rockett.
Oesterheld de Sargento Kirk, de Indio Suarez, también de Bull Rockett.
Juntos, además, ya nos habian hecho caminar por un amplio arco de emociones. En esa curiosa editorial de autor que era Frontera, en las revistas mensuales que antecedieron al Semanal, estaban llevando adelante Amapola Negra, tal vez la primera historieta de guerra intimista en la que el adentro del avión era más importante que las batallas aéreas. También Rolo, el Marciano adoptivo, una historia donde un grupo de argentinos (y no yanquis, como siempre, antes y después) enfrentaban una invasión extraterrestre. Y Joe Zonda, una deliciosa serie de cuentos de humor descacharrante. Y el Cuaderno Rojo de Ernie Pike, que fue dibujada por otros pero nunca alcanzó los picos de emotividad logrados con esos pibes en medio de la guerra que Oesterheld escribía especialmente para esa inalcanzable expresividad de las caras dibujadas por Solano.
Y entonces, ahí, en medio de esa maduración de sus estilos de escritura y de dibujo, los lectores nos topamos con El Eternauta, apareciendo todas las semanas a razón de 4 ó 5 páginas por entrega.
Después pasó el tiempo y supimos que El Eternauta tenía muchas lecturas, lucubramos teorías sobre la nevada fatal y el renacer de este relato ya convertido en un clásico en medio de la dictadura más sangrienta de nuestra historia, en años en que la feroz realidad sólo podía contarse con metáforas sutiles, como esta.
Y hubo nuevas maneras de que se te hiciera un nudo en la garganta cuando recorrías esas páginas que comenzaban con aquel hoy legendario: Era de madrugada, apenas las tres. No había ninguna luz en las casas de la vecindad, la ventana de mi cuarto era la única iluminada...
Se ha dicho muchas veces, y se ha dicho bien, que El Eternauta es la historieta más importante que se creó en la Argentina.
Y nadie que la haya leído, por entregas en su edición original o completa en su version más reciente, olvidará la sorpresa en el rostro de Polsky cuando decide salir corriendo de la casa, ni los vaporosos copos mortales, ni la solidaridad de esos amigos perdidos en la ciudad devastada, ni la batalla de la cancha de River, ni la muerte del Mano acariciando la cafetera como si hiera una escultura perfecta, ni el grito desesperado de Juan Salvo cuando su cuerpo incandescente atraviesa el tiempo y el espacio, ni el azoramiento del guionista de historietas que se pregunta ¿Qué hacer? ¿Qué hacer para evitar tanto horror? ¿Será posibie evitarlo publicando todo lo que el eternauta me contó? ¿Será posible?
Y después de tantos Ellos y tanto dolor, de tanto ser Robinsones en este mundo desierto de solidaridad, descubrimos que permanece inalterable aquella certeza, la misma que tuvimos hace 40 años:
Al Eternauta sólo lo podía haber escrito Oesterheld.
Al Eternauta sólo lo podía haber dibujado Solano López.

Originalmente publicado en el catálogo de Fantabaires ´97 (Buenos Aires, 1997)

lunes, 5 de noviembre de 2012

OCHO Y CUARTO, por Trillo y Nine

Hoy presentamos una breve historieta de 1985 realizada por Carlos Trillo junto a Carlos Nine y publicada una sóla vez en nuestro país, en el Fierro Extra Nº 3, de Junio de 1986.


viernes, 2 de noviembre de 2012

ULTIMAS PAUSAS

Noviembre será un mes intenso en materia de eventos en el Interior del país, de esos que nos obligan a suspender el ritmo diario de este blog.
Este sábado y domingo hacemos una breve pausa para asistir a Unicomix, en la ciudad de Mendoza.
Del miércoles 7 al domingo 11 tampoco habrá blog, ya que estaremos en la Feria del Libro de la ciudad de Santiago del Estero.
Y entre el sábado 24 y el lunes 26 tampoco tendremos nuevo material, porque estaremos en la San Luis Comic Con, en la ciudad de San Luis.
Para Diciembre, prometido: 31 días, 31 posts.

jueves, 1 de noviembre de 2012

KANGAROO O´NEIL, por Trillo, Saccomanno y Saborido

Segunda parte de esta historieta de 1978, co-escrita por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno, dibujada por Félix Saborido y aparecida en el Nº 29 de Pif-Paf (Junio de 1978).
El final deja abierta la posibilidad de que surgieran nuevas aventuras del personaje central, pero eso nunca sucedió.