Décima y última parte de una extensa entrevista realizada para Tebeósfera en 2002.
T: Comentabas en una entrevista que en la autoedición a uno le guía el placer. Eso te ocurrió con Puertitas y el Cybersix argentino. Pero, hoy, ¿es aún posible que te permitas ese placer, a la vista de lo ocurrido con El Globo Editor y lo poco que vende, por ejemplo, Colihue?
CT: Quise decir, seguramente, que en el momento de Puertitas y de Cybersix, nosotros estábamos haciendo mucha producción para el mercado internacional y prácticamente nada para el argentino. Por eso inventamos El Globo Editor, para que se conociera en Argentina lo que estábamos haciendo. La editorial pagó siempre a sus colaboradores, al diseñador gráfico y al cadete y sostuvo el alquiler de su oficina. Durante 3 años el proyecto, si bien no dejaba utilidades, se mantenía y se autofinanciaba. Al empezar a caer, y no teniendo posibilidad de obtener una inyección de dinero (que habría sido como un acto de mecenazgo), decidimos cerrar. Incluso, en aquel momento, reciclamos con el también editor Javier Doeyo la sociedad EL GLOBO EDITOR SRL, y la convertimos en la razón social de una librería donde asociamos al escasísimo grupo que trabajaba dentro de la redacción. Los muchachos se convirtieron en libreros y yo volví a escribir las historietas en una oficina pequeña.
La librería MERIDIANA llegó a tener 4 puntos de venta. Hoy resiste solo uno de ellos en estado calamitoso...
T: Este año, mientras sigues publicando historietas infantiles en la revista Genios, y Clara de Noche en el diario Página 12, has vuelto a Clarín, con la tira CaZados antes citada ¿Cómo es que vuelves a Clarín?
CT: Muchas veces habíamos trabajado juntos con Okif (Alejandro O’Keeffee). Con él hicimos varias historias, una de ellas "Leticia imagina", con una chica que corporizaba en la realidad sus sueños, aún los más descabellados. Y por un par de años hemos estado trabajando con Maicas y con él en una sucesión de gags y situaciones protagonizadas por un niño monstruo. Él fue quien me propuso a comienzos de 2001 llevar un proyecto de tira a Clarín. Ambos éramos ya colaboradores del diario, Okif con sus viñetas en algunos suplementos, yo con los guiones semanales de 4 páginas que hago desde hace cuatro años para la revista Genios, que es una publicación de venta opcional que acompaña al matutino. Presentamos CaZados, superó testeos internos, estuvo a punto de arrancar un par de veces, en octubre y en diciembre de 2001 para finalmente aparecer el 28 de abril de 2002.
T: Según el poeta Juan Gelman y otros intelectuales, la crisis actual de la argentina comenzó con Menem en 1998, peronista que fue reelegido por el pueblo; y prosiguió con De la Rúa. Estos gobiernos, ineptos según los analistas, han conseguido unificar a los ciudadanos en piqueteros y “caceroleros”, todos igualados por la confiscación del ahorro del “corralito” ¿cómo afecta eso a la historieta y el humor gráfico patrio; cómo te ha afectado a ti?
CT: Un premio a la trayectoria: así se podría calificar a la situación de catástrofe en que se encuentra mi país. Alguna vez se logrará discernir si es paranoia de las izquierdas o realmente hubo un plan macabro para hundir la Argentina en la mierda.
Los planes de destrucción de la industria nacional que comenzó la dictadura militar con el posicionamiento excesivamente bajo del dólar con relación a la moneda local, se incrementaron con el gobierno aparentemente democrático de Menem, quien se lanzó a privatizar todas las empresas nacionales, incluidas aquellas que tenían que ver con el patrimonio territorial, como YPF, y las que funcionaban perfectamente sin déficit, como la misma YPF y Aerolíneas Argentinas.
YPF no era sólo una empresa petrolera estatal, era también una red que avanzaba por las zonas más inhospitas del territorio para sembrar pueblos, escuelas, estaciones de servicio mientras excavaba en busca del producto que era la razón de su existencia. Al ser privatizada ha dejado la Patagonia repleta de pueblos fantasmas, la empresa que lucra con esa venta no se interesa, obviamente, por la salud de nadie, ni por la educación de nadie, ni por tener estaciones de servicio en sitios donde pasan 10 automóviles por día.
Menem, como decimos aquí, vendió las joyas de la abuela y dilapidó los dineros obtenidos llenando algunos bolsillos y produciendo un espejismo de bienestar que le permitió ganar las elecciones de 1995 y ser presidente por segunda vez. Los votantes, ante los nubarrones de crisis que parecían caer sobre ese gobierno peronista, se volcaron hacia el tradicional partido opositor que, para la ocasión, había hecho una alianza con ciertas fuerzas nuevas de centro izquierda. Pero apenas De la Rúa llegó a la casa de Gobierno, dio la espalda a sus socios (artífices, en enorme proporción, del triunfo de este hombre de las derechas más estúpidamente retrógradas) y siguió en la senda trazada por su antecesor. Y fue el peronismo el que ayudó a hacerlo renunciar. Y volvieron los peronistas a abalanzarse sobre el gobierno. Pero esta vez la situación era demasiado grave y poco han podido hacer, ya que no queda espacio ni para la demagogia. Sí queda lugar para el robo, los negocios de los senadores y de los punteros zonales y el viejo clientelismo político por el cual te doy dinero para que no te mueras de hambre pero vos me aplaudís cuando yo digo un discurso.
La situación empeora en todos los niveles. El número de gente que vive por debajo del mínimo posible para sustentarse aumenta todos los días, la clase media se pauperiza, más de la mitad de la población es definitivamente pobre y el 75% de los niños nacen en hogares que no los pueden alimentar correctamente.
La clase política sigue en su torre de privilegio sin darse por aludida. Los pocos que tienen la lucidez de denunciar negociados, coimas y prebendas monstruosas, a su vez, no son capaces de organizar un frente para combatir a la vieja política enquistada en el poder. Y tendremos elecciones. Y esperemos que quien agarre la manija sepa trabajar con un poco de dignidad y de vergüenza, anteponiendo algunos principios a la necesidad de repartir nuevos favores y nuevos negociados y privilegios.
Difícil está la cosa, amigo mío.
El cómic estaba mal desde antes de esta caída monstruosa del poder de consumo y ahora, prácticamente ha quedado barrido de los quioscos. Incluso las comiquerías, que importaban los álbumes de España y los comic books de Estados Unidos, luego de la caída vertiginosa del peso argentino frente al dólar, han caído en crisis en muchos casos definitivas. Piensa que un peso argentino valía lo mismo que un dólar estadounidense (o que un euro vuestro) hasta diciembre. Ahora, sin que hayan subido los salarios (más bien la debacle ha obligado a muchas empresas a recortarlos), un dólar o euro vale igual que 3 pesos con 70 centavos de la moneda local.
T: George Bush se ha colocado de espaldas a Sudamérica, en opinión de algunos porque desea la desintegración de MERCOSUR. ¿Crees que si se llegara a la americanización total del Cono Sur eso acabaría con la historieta autóctona tras la implantación definitiva de la historieta yanqui?
CT: El ALCA pone permanentemente palos en la rueda del MERCOSUR, por lo que he leído. Pero mientras Brasil siga apoyándolo, supongo que Argentina también lo hará. La americanización de que hablas no creo que invada territorios tan pequeños como el de la historieta.
T: Algunos intelectuales españoles ven la Argentina como un país “surrealista” y “nacionalfatalista”, en el que pueden convivir la corrupción política generalizada con el ánimo de voto del pueblo, la inseguridad jurídica y la delincuencia feroz, la dignidad con un 50% de pobreza, un alegre orgullo con un 25% de paro ¿qué opinas sobre cómo se está analizando la realidad argentina actual desde el exterior?
CT: Es difícil estando dentro darse cuenta de cómo funcionan estas cosas. Es como el psicoanálisis, uno va al terapeuta para que mire desde afuera lo que uno, como está dentro, no atina a ver.
Pero que hay corrupción, la hay. Lo del "nacionalfatalismo" o del surrealismo del país me parecen ingeniosidades de plumas hábiles para captar al lector de periódicos o revistas que están tan lejos y tan ajenos que de alguna manera hay que salpimentarle el tema.
Lo que no sé es cuánto durará el ánimo de voto de que hablas con la inseguridad jurídica, la delincuencia, la pobreza y el latrocinio organizado desde las cúpulas. Esperemos que resista hasta lograr quebrar la larga cadena de promesas engañosas y que esto de votar sirva para llegar a alguien que diga la verdad. Veremos, en estos momentos aquí la situación es demasiado fluida como para vaticinios.
T: Os deseamos, de corazón, la mejor de las suertes. Mil gracias, Carlos.
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