sábado, 17 de marzo de 2012

LAS PUERTITAS DEL SEÑOR LOPEZ, por Diego Accorsi

El tándem Carlos Trillo-Horacio Altuna es responsable de grandes obras del cómic nacional, como El Loco Chávez (para Clarín), Charlie Moon y Merdichesky (SuperHumor), El Último Recreo, Circuito Cerrado (Fierro), pero hay una pieza fundamental en esta dupla de artistas: Las Puertitas del Señor López.
De 1976 a 1983, la Dictadura Militar que se encontraba al poder en la Argentina ejerció _entre muchos otros disparates y delitos_ una censura exhaustiva y severa. Las películas y los libros, los actores y músicos, el Arte en general era viviseccionado por un ente regulador encargado de determinar qué era acorde y qué no para que el pueblo pudiese disfrutar. Qué contenía mensajes subversivos o inmorales, dónde estaban las escenas subidas de tono o que incitaban a algún tipo de pensamiento rebelde. Todo eso era prolijamente cortado, o directamente prohibido. La gente no tenía elección en cuanto a si quería o no que esas obras de arte lo afectaran de alguna manera. Pero, a todo gigante se le escapan las pulgas, y una historieta _a los ojos de un órgano censor_ puede parecer pulga. De esta forma, desde las ‘sospechosas’ páginas del ‘dudoso’ semanario de actualidad y humor político Humo®, pudieron decirse cosas y atacar a ese establishment represor como pocas veces. La ‘pulga’ es una obra inigualable, tanto en la manera de contar, como en su faz gráfica y su inteligente manera de transmitir mensajes.
Si bien Las Puertitas... aparecieron por primera vez en la revista de cuentos de ciencia-ficción “El Péndulo. Entre la ficción y la realidad” (primera época), su verdadero despliegue y relevancia llegan cuando son traspasadas a la revista Hum®, también de Ediciones de La Urraca. Enciclopédicamente debemos reconocer como primera aparición de Las puertitas del Sr. López la publicación El Péndulo Nº2 de octubre de 1979 _donde también aparecerá en los números 3 y 4 de noviembre y diciembre respectivamente,_ para luego pasar, a partir de 1980 a las páginas de la exitosa y controversial Hum® de Andrés Cascioli. El Péndulo cerró esa etapa, pero la creación de Trillo y Altuna la sobrevivió y siguió creciendo, en cantidad de páginas y calidad. Así, López fue mostrando qué había detrás de sus puertitas a un público más amplio, con más tiempo para su producción, hasta entrado 1982, año en que Horacio Altuna se radica en España y debe dejar de producir algunas historietas.
A primera vista, Las Puertitas del Señor López, es una historieta tributaria del Little Nemo in Slumberland de Winsor McCay, en donde un niño vivía fabulosas aventuras en un mundo al que entraba sólo en sus sueños. Acá, López ingresa a otros mundos, traspasando una puerta (siempre la de un baño, ese lugar sagrado donde acude tanta gente, donde canta el que desafina y se envalentona el más dominado). Parece similar, pero nada más alejado. En Little Nemo o en cualquier otra historia donde el protagonista puede pasar de la realidad a un mundo imaginario (de Alicia a través del espejo de Carroll en adelante) el cruzamiento es un escape, una entrada de lo fantástico como evasión, un premio para ese protagonista que va a buscar más allá la aventura, lo maravilloso que en la cotidiana realidad se le niega. Pero en Las Puertitas... López no encuentra un escape, no es inmensamente feliz y cruza para sobrellevar su funesta vida; los ámbitos que López descubre detrás de las puertas, generalmente son metáforas de su propio mundo, son mensajes que le refuerzan y le presentan de un modo crudo las ignominias que está sufriendo del otro lado. No le dan la solución o el placebo, sino la exacerbación, la crueldad sin posibilidad de error. Ante un padre censor, la nueva realidad tras la puerta le presentará un mundo tremendamente inhibido; ante un amor improbable, su mundo privado le exagerará las diferencias para que sea irremediablemente imposible; si en el mundo de ‘las puertitas’ se le muestran opciones y posibilidades, López seguirá actuando como es. Y las metáforas que se contraponen a la realidad, en su exageración, en ese grotesco que le tiran a la cara a López, nos sacuden a todos, nos hacen abrir los ojos y ver que llega a abarcar la realidad de ese momento, más allá del mundo de López. Trillo y Altuna nos dicen con ese traspaso que vuelve, que la realidad de ese momento histórico es la receptora de la metáfora, no sólo la situación que llevó a López a cruzar la puerta. No es el padre censor lo que genera un mundo oprimido, es nuestra realidad _o la realidad de los lectores de ese momento en particular y una realidad posible para todos los lectores en cualquier tiempo y espacio_; las alternativas están, pero hay que dejar de ser un ‘López’ y animarse. Y para 1980, era un mensaje que sólo a un censor muy torpe o muy pedante se le podía pasar.
La faz gráfica de la obra presenta una factura de altísima calidad, con un Altuna en su pico, más suelto que en el Loco Chávez y más experimental que en Charlie Moon, las dos obras contemporáneas al Señor López. Además de sus bellísimas mujeres, podemos ver un trazo que pasa de la fantástica línea clara de Moebius al intenso claroscuro ‘brecciano’, con un admirable despliegue de escenografías y vestuarios de las más variadas épocas. Incluso, con Karakul de Macedonia, se permite una parodia-homenaje a Kabul de Bengala, el personaje que Altuna dibujara en las revistas de Columba (en muchos episodios con guiones de H.G. Oesterheld), “inspirado” en el Nippur de Lagash de Robin Wood.
Además, este clásico de la historieta nacional, que tanto homenajea por entre sus páginas al cine, tuvo su versión cinematográfica. En el año 1988, Alberto Fischerman dirigió la película homónima, protagonizada por Lorenzo Quinteros, con Mirta Busnelli como la esposa tirana, Hugo Arana como el jefe maldito, Alejandro Dolina como Dios, Katja Alemann como la bellísima e imposible Leticia y Darío Grandinetti, como su poco amable compañero de oficina. El guión _en el que colaboró Trillo_ narra la rutina de López, enganchando los distintos episodios de la historieta, con un muy buen resultado, aunque el trasfondo político está muy diluido, por los cambios políticos de la época. Este film ganó el gran premio en el Festival Chaplin del Humor en Vevey, Suiza.
(texto publicado originalmente en el libro Las Puertitas del Sr. López, Clarín, 2007)

2 comentarios:

  1. ESTIMADOS SEÑORES: EN PRIMER LUGAR DEBO REPETIR UNA ARCHICONOCIDA FRASE….”NO HAY NADA NUEVO BAJO LA LUZ DEL SOL”… LAMENTABLEMENTE, MUCHAS VECES PARA PERGEÑAR ALGO, Y QUE ESTE ALGO PAREZCA GENIAL Y TENGA EL EXITO PRETENDIDO, SE RECURRE A LA COPIA, PARCIAL O TOTAL. EL SECRETO DE SER DESCUBIERTO O NO, RESIDE EN LA ANTIGÛEDAD DE LO QUE SE COPIA. CUANTO MÁS ANTIGUO, DESCONOCIDO O IGNOTO SEA EL ORIGINAL…MEJOR. Y EN GENERAL, EL PUEBLO ARGENTINO EN SU GRAN MAYORÍA (DE MEMORIA FRÁGIL Y POCO LEÍDO) SE PRESTA A ESE ENGAÑO. Y LAS FAMOSAS “PUERTITAS DEL SEÑOR LOPEZ”, INDAGANDO, NO LOGRA ESCAPAR A ESTO QUE ACABO DE EXPONER. NI GENIAL TRILLO, NI GENIAL LAS PUERTITAS…. HACE POCO LEÍ UN COMENTARIO SOBRE UN FILM NUEVO DE BEN STILLER TITULADO “LA VIDA SECRETA DE WALTER MITTY” Y TAL COMENTARIO REFIERE A QUE ES UNA COPIA DE “LAS PUERTITAS DEL SEÑOR LOPEZ”…..NO, NADA DE ESO….¿O SERÁ TODO DE ESO? LA VERDAD ES QUE LAS PUERTITAS DE LOPEZ ES UNA VULGAR COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE BAJO PRESUPUESTO, COMO MÁS LES GUSTE….SÍ, ES COPIA DEL VIEJO (O IGNOTO PARA EL PÚBLICO EN GENERAL) DEL FILM “LA VIDA SECRETA DE WALTER MITTY” PROTAGONIZADA POR EL COMEDIANTE DANNY KAYE , ADAPTADA ÉSTA A SU VEZ, DE LA NOVELA HOMÓNIMA PUBLICADA EN EL AÑO 1939 !!!!!!! LO QUE SUCEDE ES QUE LOS HACEDORES DE ESTA NUEVA VERSIÓN CON BEN STILLER NO SON TAN CARETAS COMO TRILLO Y NO SE OCULTA EN NINGÚN MOMENTO QUE ES LA SEGUNDA ADAPTACIÓN DE ESA NOVELA. VER COMO UNA “OBRA MAESTRA” ESTA BURDA COPIA DE “LA VIDA SECRETA DE WALTER MITTY” DA VERGÛENZA AJENA, ES REALMENTE BOCHORNOSO. BUENAS TARDES.

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