Ultima parte de una entrevista realizada en 2006 y publicada en los tomos 2 y 3 de la edición argentina de Borderline (ed. Puro Comic).
-La regularidad es una ventaja contra el álbum, que por ahí tenés qua esperar años a que salga.
-Sí, cuando presentás tus ideas, tenés que convencer al editor, presentar muestras, tener un plot bien coherente, y luego de aprobado tenés que avanzar con el dibujante sin perder coherencia... hay que tirar de un carro más pesado.
-Vos igual preferís ese carro.
-A mí Bonelli me propuso muchas veces que hiciera un episodio de Tex. Yo siempre le dije que no, porque la verdad, ponerme a estudiar cómo funciona su serie, cómo habla cada uno de los personajes, cómo se mueven, me aburre. No puedo entender por qué los italianos aman ese personaje, pero evidentemente lo aman porque es de ellos. Han crecido leyéndolo, y por ahí uno, que lee un episodio cada tres años dice, “iCómo les puede gustar esto!”. No tenés en cuenta que hay un hábito, guiños, matices, una historia vivida en común entre personaje y lector.
-¿Los álbumes que hacés son autoconclusivos también?
-Depende. Sama era autoconclusivo, pero Angustias, mi siguiente trabajo para Albin Michel, constará por lo menos de tres episodios.
-Angustias es el nombre de la chica...
-Sí, así se va a liamar la protagonista. Pero todavía estamos negociando el título porque, obviamente, Angustias, un nombre español, no significa también sufrimiento en francés. Ningún francés asociaría Angustias con angoisses Por eso, a poco más de tres meses de la salida del primer libro, todavía estamos peloteando el nombre de la serie.
-¿Tenés en mente cuántos libros de historieta publicaste?
-En Francia hay más de ochenta.
-Es una “biblioteca Trlllo”.
-Hay muchos, sí. Por ejemplo, ahora está saliendo Spaghetti Brothers otra vez. Es una serie de las largas que hicimos con Mandrafina. Ya lo habían publicado en blanco y negro y se habían hecho cuatro libros de 200 páginas y dos de 100, y quedó material inédito. Y ahora lo están reeditando de a 48 páginas, van a ser 16 libros a color.
Y tenemos un agente, Ervin Rustemagic, que está muy metido en el mercado americano porque ya vendió dos o tres cosas al cine, y está muy embalado con eso. ¿Viste que saiió Chicanos en los Estados Unidos? Eso lo vendió él, y también J. C. Benedict (o Video Noire). A Ervin le interesa tener el álbum para mandar a los estudios de cine. A Chicanos ya lo están trabajando en una productora para la tele, y Boy Vampiro también esta opcionada para el cine. Y Sick Bird está muy avanzada. Todo es muy lento en el mundo del cine hasta que pasa algo. Por ejemplo, con Cybersix pasó. Hicieron 13 episodios de animación en coproducción entre productoras de Canadá y Japón.
-No los vi, ¿están buenos?
-Están muy bien. Le hicieron algunos cambios. Como era para el mercado infantil, Cybersix no podía morder el cuello de sus enemigos para alimentarse de ellos, porque el vampirismo no puede estar dentro del horario de protección al menor en Estados Unidos. En Japón no habrían tenido problemas. Los japoneses hacen cosas mucho más bestias. Pero por el tema de la censura de los yanquis, que con la violencia no tienen problema, hicieron algo peor que morder el cuello: a sus enemigos Cybersix los golpea, eso hace que mueran y se desintegren y de ellos, que se van por la alcantarilla como una gelatina, lo úinico que queda es una especie de botellita que lievaban dentro, y ella agarra la botellita y se la toma.
-Peor. Los chicos juegan a los vampiros, está totalmente aceptado.
-El cambio es bastante asqueroso. Les dije, “iPero esto es peor!”. “Sí, pero en el mercado americano se puede hacer y lo de morder el cuello no”. “Bueno, haganlo, qué sé yo, problema de ustedes”. Vos cedés los derechos y ellos hacen lo que quieren después. Viste que en V de Vendetta, Alan Moore no quiso firmar porque le cambiaron el guión.
-Sí, por lo que le habían hecho con La Liga de los Caballeros Extraordinarios.
-V de Vendetta estaba bien, sin embargo.
-Si, V sí, pero a La Liga...
-La Liga tenía un elenco importante, era como vistosa.
-La cambiaron mucho.
-La cambiaron, sí, es cierto.
-Es belicoso el tipo, desde hace mucho viene con quejas por derechos.
-A Raymond Chandler le preguntaron una vez, “En la película que hicieron con su novela falta tal cosa...”. Y contestó Chandler, señalando un estante de su biblioteca, “Yo escribí las novelas que son esas que están ahí. Usted pregúnteme por las novelas, las películas sólo me interesan para ganar dinero. No tengo nada que ver”. Y a mí entender, tenía razón.
-Lo que pasa es que Moore no las hublera vendido. No son exclusivas de él y los dibujantes quieren vender.
-Si en el comienzo dice, “Basada en el comic de Fulano. Guión de Zutano”, siempre podés contestar cualquier crítica que te hagan por la película diciendo: “Yo no hice el guión, lo hizo Zutano”. Pero viven en un mercado más divista que el nuestro. Son como mas personales. La gente que tiene pantalla se vuelve un poco más presuntuosa que nosotros que apenas tenemos nuestro nombre en cuerpo pequeño en una tapita.
-Hoy en día hay un reflote en el comic nacional...
-Hay como un renacer, han aparecido nuevos lectores, sobre todo a partir de los
mangas de lvrea que supo construirse un nuevo público que no existía. Y Clarín apareció con sus colecciones de historietas clásicas en los quioscos. Lo que todavía se ve poco es editores que financien la obra de los autores nuevos en los que creen. Se están viendo algunas de las muchas cosas que nuestros autores hicieron para mercados del exterior y acá no se conocían. Y reediciones de historias clásicas, conocidas con anterioridad, pero en revistas que ya no se consiguen. Apenas está surgiendo el esbozo de editores que producen comics. Ojalá el público responda a esta parte del mercado y permita la aparición de autores nuevos, que son tan necesarios para seguir adelante.
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