Tercera y última parte de una entrevista originalmente publicada en el número 27 de la revista Brújula, en 1999.
Ast: ¿Por qué se refirió a la historieta como “género menor”?
C.T.: Porque está considerado como un género menor. Es decir, porque es un género que no tiene un soporte propio en su origen. Las hitsorietas, ¿dónde salen por primera vez? En la página de los horóscopos de los diarios. Pensá cómo nacen las historietas: nacen porque la gente lee poco, porque los norteamericanos inventan las rotativas, las que tiran muchísimos diarios por segundo, manda ejemplares a montones, y entonces tienen que ampliar la base de lectores, no le pueden vender un diafio todo lieno de letras, porque los lectores en Estados Unidos, en ese período, a fin de sigio, eran inmigrantes, itatianos, polacos, iriandeses, no sabían leer bien ni escribir bien; entonces ponían muchas figufitas y el diario se hacfa más llevadero para la gente, era más atractivo, era más fácil de leer. Ellos inventaron los titulares grandes, los cuerpos catástrofe, las páginas llenas de dibujos y de fotos, las historietas, que era una forma de simplificar la lectura. 0 sea que el nacimiento del género es un poco bastardo, es sólo porque necesitaban vender más diarios, entonces nunca creció como el cine. Para hacer cine vos necesitás una cámara de cine, un director de cine, un camarógrafo de cine, una sala donde pasen la película; para hacer una historieta necesitás un pedacito de papel en un diario, nada más. No generó una industria de inmediato, sino que fue una cosa subsidiaria. Después, con los años, sí generó una industria.
AsL: ¿Ha cambiado la valoración del género? Había gente, en una época, en que por vergüenza no firmaba sus trabajos, ¿eso continúa?
C.T.: Yo firmé siempre todo. Malo o bueno lo firmé. No sé si ha ido cambiando, por ahí en una época en que la cultura superior y la inferior estaban muy separadas, había una raya entre las novelas importantes y los folletines, el cine y el teatro, la literatura y la historieta. Una cosa es que lo hagas porque necesitás un laburito y otra es que lo hagas porque te gusta. Son dos cosas distintas.
Ast.: ¿Cómo ve el nivel general de los guionistas de la historieta argentina? A Oesterheld ya lo nombró, pero ¿qué pasa con el resto?
C.T.: No sé, no me doy cuenta. Primero, hay muy poco ahora, hace años que no se ven cosas. No leo historietas argentinas desgraciadamente, y cuando las leo lo hago en Francia, o en Estados Unidos. Leemos muy poco historieta argentina. Hay gente que ha trabajado bien, como hay dibujantes que laburan bien, y lo siguen haciendo.
Ast.: La situación de la historieta argentina es crítica. ¿Cuál cree que ha sido el problema, externo o interno, que ha llevado a que prácticamente no exista historieta argentina?
C.T.: El problema -me parece- que es que hay un momento en que la gente no se interesó más por el asunto. Por alguna razón, cuáles, errores nuestros, intentar que las historietas se puedan vender en otros lugares, lo cual te separa al público porque desaparece la temática local. Los editores, que habrán hecho revistas de mierda, hicieron revistas de Columba, esas cosas espantosas que hemos padecido durante tantos años donde, de todos modos, brillaban un par de cositas como notables, pero en general eran revistas malas. Hay más oferta, al haber más oferta tenés más cosas para elegir. Es mejor mirar "Campeones" que leer una revista de Columba, me parece. Entonces ¿para qué vas a compra una revista?.
Ast.: ¿Qué rol jugó la televisión?
C.T.: Yo no creo que juega ningún rol. Está mejor hecha. Yo me acuerdo de un período, después de eso que en los años ´50 daba vergüenza hacer historieta, en los´70 el que hacía historietas despreciaba a Migré. Un tipo no puede despreciar a Migré, él fue un hombre que ha entendido lo que la gente necesitaba, que ha llegado con el corazón y con sus mejores armas a un género como el del teleteatro. Entonces, si decís que el teleteatro es una cagada, estás suponiendo que las historietas que vos hacés para El Tony son maravillosas. No exageremos, tampoco.
Ast: Entonces su explicación al problema es interna a la historieta?
C.T.: Creo que sí. Vos mirá lo que pasa en otros mercados. En España se fue al carajo la historieta; editores irresponsabies, andá a saber qué paso. Ahora, en Francia, no se fue al carajo, tiene un mercado muy particular, sólo se leen libros de historietas, la historieta es un artículo de librería, no de kiosco, el mercado está floreciente, los tipos son cuidadosos, tiene colecciones para chicos, para adolescentes, para adultos, hacen policiales, ciencia-ficción. Organizan el libro y le dan –sea cierto o no- una estatura de producto que pertenece al circuito de la cultura, entonces no te da vergüenza leer revistas de historietas en el subte de París, la gente no las esconde dentro del diario. Ese es el producto francés, cultivado por autores y editores responsables que han trabajado para ese mercado.
Por otro lado tenés el producto italiano, en Italia no hay historietas de librería: son sólo de quiosco; pero hay un editor que ha producido, como si fuera Editofial Columba, una serie de revistas de calidad notable, que siempre estuvieron en contacto con su público, que la gente aprecia y ama, entonces sale una historieta, y vende 500.000 ejemplares. La gente va al quiosco la compra, sale el viernes y vos el sábado a la mafiana, cuando estás tomando café escuchás a la gente que habla de ese episodio. Ese editor, esos autores, supieron establecer un canal adecuado con el público. Entonces tienen cinco o seis productos de enormes ventas, de calidad... por ahí, para uno que no vive en Italia no es de enorme calidad, pero evidenteniente el canal entre el lector y el producto que les estás ofreciendo funciona a la perfección.
En cambio acá se han hecho historietas feas, se han cambiado por la mitad a las revistas, las han achicado, las han engordado. Siempre han sido, todos los que hacían historietas, editores marginales. Nunca un editor ha crecido en la historieta y se ha quedado ahí tratando de cautivar a su público, tratando de regar la plantita todos los días; en general juntaban hojas de historietas, la mitad malas, la mitad buenas.
Después de "Hora Cero", acá hubo un pequeño período de "Skorpio" y las revistas que hizo Cascioli que eran bastante pasables: "Fierro", "SuperHum®", pero también eran propuestas más restringidas, no eran para enorines masas de público. Y Columba algún error debe haber cometido. El error principal de un editor como Columba ha sido premiar la producción y no el talento. Por ejemplo, si vos hacés cinco historietas, cobrás por página mucho más que si hacés una. Con lo cual, si hacés una te sale linda, si hacés cinco te salen una cagada. Hacés cinco para cobrar más. Entonces han bastardeado la calidad de sus autores de arriba para abajo. En las revistas de Columba había que poner mucho texto para que se entendiera lo que estaba dibujado. Poner "le pego un hachazo en la cabeza" cuando la imagen muestra a un tipo que le pega un hachazo en la cabeza es una pelotudez, eso no es una historieta. Seguramente la gente se cansó y se puso a mirar para otro lado. Sumale la crisis, sumale todo lo que vos quieras, pero la revista "Caras" se vende todavía. No es que sea una gran revista, pero se ve que despierta algún tipo de emoción en el lector, andá a saber.
Asl.: ¿Qué opina del manga?
C.T.: Hay cosas que me gustan y cosas que no, pero es un producto muy vivo. Hay tipos notables. Hay uno que se llama Osamu Tezuka, que es buenísimo, escribe bien, hace historias muy fuertes. Hay otros que no me gustan ni me dicen nada. De pronto aparecen cosas muy interesantes; hay uno que se llama "Black and White", buenísimo. Después uno encuentra que todo es igual en el manga, si no lo frecuentás y lo mirds atentamente parece que los japoneses hicieran siempre lo mismo, como el Universo de Disney, que siempre está alrededor de lo mismo. Pero sin embargo, son más variados que eso, me parece que hay mucha variedad temática, interesante.
Asl.:¿Cuáles de sus trabajos considera que le han dado más satisfacciones?
C.T.: Cosas que a mí me gustan a la distancia, no sé. Me gusta uno que hicimos con Mandrafina que se llamó Cosecha Verde. Me gusta una vieja cosa que hicimos con Altuna que se llama El Ultimo Recreo, me gusta Cybersix, me gusta una historieta que hice con Risso, que en Francia se llamó Chicanos, acá no salió prácticamente. Clara de Noche es muy divertida de hacer, además raro, porque los guiones los hacemos a medias con Maicas... un trabajo curioso hacer en equipo el guión de una historieta.
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